Como ha demostrado la práctica, el mejor medio de rescate en un yate es el propio yate. Por esta razón, es necesario luchar por la supervivencia de su embarcación hasta la última oportunidad. Incluso hay una disciplina especial: SVM (seguridad de la vida en el mar), todos los marineros profesionales reciben capacitación. La tripulación está entrenada en la capacidad de luchar por la supervivencia de la embarcación y dejarla solo en caso de muerte visible e inevitable.
No son infrecuentes las historias en las que los yates abandonados por la tripulación permanecieron a flote incluso en una tormenta severa. La tormenta más fuerte, de 11 puntos, obligó a las tripulaciones de 24 yates a abandonar apresuradamente sus barcos (1979, carrera Fastnet). Solo se hundieron 5 yates, el resto permaneció a flote, sin la participación de los navegantes. No debe buscar un argumento más convincente que confirme la alta confiabilidad de los yates.
Sin embargo, todo yate que navegue debe estar equipado con balsas salvavidas y chalecos salvavidas personales.
Dependiendo de la capacidad y el tamaño, las balsas inflables modernas pueden ser bastante pesadas, de 25 a 75 kilogramos. Al aceptar un yate, es imperativo pensar en las rutas de evacuación y también designar al menos dos miembros de la tripulación físicamente fuertes responsables de mover la balsa salvavidas y botarla. Al mismo tiempo, es extremadamente importante asegurarse de que no haya desorden e interferencia en la forma de entregar la balsa a la tabla. El responsable de la balsa, como el resto de la tripulación, está obligado a memorizar las instrucciones detalladas dibujadas en el embalaje de la balsa. Cada miembro de la tripulación debe saber cómo operar el inflador de dióxido de carbono de la balsa. Para iniciar el inicio de llenado de la balsa con gas, es suficiente seleccionar la línea antes de estirarla y tirar de ella con fuerza; la balsa comenzará a inflarse (tiempo de inflado: hasta un minuto).
La experiencia de evacuar a la tripulación en situaciones de emergencia ha demostrado que la balsa debe dejarse caer exclusivamente desde el lado de sotavento. Esto facilita el embarque y protege la balsa de las ráfagas de viento. De lo contrario, la colisión de la balsa con el costado del barco en peligro haría que la evacuación sea extremadamente peligrosa para la vida.
El miembro más experimentado y masivo de la tripulación es el primero en abordar la balsa, estabilizar la balsa en la ola y ayudar físicamente al resto de la tripulación en la carga. Todos en la balsa deben usar chalecos salvavidas sobre la ropa.
El navegante debe recordar que la hipotermia es una causa común de muerte en el mar. Tener ropa de abrigo y tratar de no caer al agua son los ingredientes del éxito de la salvación de todo marinero.
Si surge una situación en la que es posible utilizar una balsa salvavidas, debe estar preparada y tripulada. En una bolsa impermeable especial (Dry Bag o Grab Bag), se colocan una estación VHF (manual), EPIRB (radiobaliza de emergencia), SART (radiobaliza de respuesta), plotter GPS, set pirotécnico para enviar señales de socorro. La balsa salvavidas incluye una bocina antiniebla y una linterna, un botiquín de primeros auxilios y un suministro de agua y alimentos. La selección de alimentos también es importante. Los alimentos deben ser carbonosos, ya que la descomposición de los alimentos con proteínas requiere mucha agua, y la falta de agua es la segunda razón (después de la hipotermia) de la muerte de personas en alta mar.
Las pertenencias personales (teléfonos móviles, documentos personales, tarjetas de crédito y efectivo), todos en la balsa, deben llevarse consigo, habiendo preparado todo con anticipación.
Inmediatamente después de cargar la tripulación, se verifica la presencia de todos los miembros y solo entonces se corta la eslinga. Un cuchillo especial (Safety Knife), que se almacena en la funda al entrar en la balsa, está diseñado para este mismo propósito. Para evitar daños a la balsa por fuego (en caso de incendio), o por un mástil, es necesario sacar el yate con la ayuda de remos a una distancia segura. Luego dan el ancla flotante y cierran la entrada. El ancla hará girar la balsa hacia el lado de sotavento, protegiendo la entrada del viento y las olas. La aireación de la balsa se realiza cada media hora.
Con toda la confiabilidad de la balsa salvavidas, debe recordarse que la salvación del yate es la tarea principal de la tripulación, porque la mejor balsa es una embarcación confiable, por cuya supervivencia se debe luchar hasta el final.